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La "Venus de Renancourt" estaba fragmentada en una veintena de pedazos, pero recientemente ha sido restaurada y presentada ante los medios
El pasado verano, durante el segundo día de excavaciones, un equipo arqueológico instalado en un yacimiento en Renancourt, en los suburbios de Amiens, al norte de Francia, estaba buscando
vestigios clásicos como herramientas de sílex o huesos, en palabras de Clément Paris, el director de las excavaciones. En un depósito rocoso aparecieron fragmentos de piedra caliza que no parecían naturales.
Esa misma noche reconstruimos los 20 fragmentos que resultaban tan raros y nos dimos cuenta que se trataba de una estatuilla femenina, explicó Paris durante una rueda de prensa convocada en noviembre. La Venus de Renancourt, que así ha sido bautizada, tiene una antigüedad de unos 23.000 años, según se ha podido conocer a través de la datación por radiocarbono. Pertenece a la fase final de la cultura gravetiense, una fase climática fría en la que se tallaron numerosas venus alrededor de Europa.
Un descubrimiento «excepcional»
La estatuilla pudo quedar fragmentada por el efecto de la congelación. Los fragmentos correspondientes a la parte inferior derecha no han sido hallados, pero el resto de la figura ha sido restaurada. Mide unos 15 centímetros de alto y representa una mujer con un cuerpo exuberante, con unos pechos grandes y unas nalgas muy pronunciadas. En cambio, la cabeza no consiste más que en una esfera informe, sin rasgos determinados, y los brazos apenas están perfilados.
Lejos de una representación realista, estas estatuillas probablemente constituyen una expresión simbólica de las mujeres y, especialmente, de la fertilidad, afirman los investigadores en un comunicado. Se trata de un descubrimiento
excepcional, pues en Francia sólo se han hallado unas quince estatuillas de este tipo, la última en 1959 en Tursac, en la región de Aquitania. En Europa se conocen unas 100, entre ellas las célebres Venus de Willendorf, hallada en Austria en 1908, y la Venus de Brassempouy, hallada a finales del siglo XIX en la localidad homónima, al sur de Francia.