viernes, 3 de enero de 2014

CLIMOGRAMAS

Estos son los climogramas que tenéis que hacer estas vacaciones. El 1 y el 4 ya estaban hechos y corregidos en clase.
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Climograma n.° 2 (León)
Las precipitaciones, 528 mm, presentan un total moderado (entre 800 y 300 mm, pero superior a 500 mm). Su distribución es irregular a lo largo del año: dos meses de sequía en verano con precipitaciones inferiores a 30 mm (julio y agosto); un máximo principal en otoño-invierno y  un máximo secundario en primavera. Dadas las temperaturas del invierno podrán caer en ocasiones en forma de nieve. El total y el régimen de precipitaciones es característico del clima mediterráneo continentalizado.
La temperatura media anual es fresca (11 ºC) y la amplitud térmica alta (17,2 ºC). El verano es fresco (ningún mes alcanza o supera los 22 ºC) y el invierno frío (la temperatura del mes más frío baja de 6 ºC). Estas características son propias de un clima con una posición interior y septentrional en la Península.
La relación entre temperaturas y precipitaciones indica que existe aridez en dos meses, julio y agosto (se cumple el índice de Gaussen y la curva de las temperaturas se sitúa por encima de la barra de las precipitaciones). El índice de aridez de De Martonne, es de 25,14 (entre 20 y 30,5) por lo que el clima puede considerarse semihúmedo.
Las características analizadas corresponden a un tipo de clima mediterráneo continentalizado, situado en la submeseta norte. El moderado volumen anual de precipitaciones se debe a la continentalidad, reforzada por el encerramiento de la zona entre relieves montañosos, que hace que las precipitaciones descarguen sobre los relieves periféricos La sequía estival se explica por la influencia del anticiclón de las Azores, desplazado hacia el norte en esta época del año. Las precipitaciones se producen en otoño, cuando el anticiclón de las Azores se retira hacia latitudes más meridionales y deja penetrar las borrascas atlánticas y en primavera, cuando se debilitan los anticiclones que se forman en invierno el interior peninsular por el frío del suelo. El mínimo relativo del invierno está ocasionado porque el frío del interior favorece o consolida las situaciones anticiclónicas, que pueden prolongarse durante días y dar

lugar a heladas y nieblas de irradiación. La elevada amplitud térmica se explica por la ausencia de influencia marina que extrema los valores térmicos. A la frialdad del invierno contribuyen la latitud septentrional, la elevada altitud media (926 m) y la presencia de anticiclones fríos, y al verano fresco, la latitud septentrional. Este clima lleva asociada una vegetación de bosque perennifolio y matorral mediterráneo (maquia, garriga); ríos con caudal escaso y estiaje en verano; y suelos pardo calizos y tierra parda meridional.
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Climograma n.° 3 (Cáceres)
Las precipitaciones, 487 mm, presentan un total escaso (entre 800 y 300 mm, pero por debajo de 500mm). Su distribución es irregular a lo largo del año: tres meses de sequía en verano con precipitaciones inferiores a 30 mm (junio, julio y agosto); máximo principal en otoño- invierno; y mínimo relativo en el mes de febrero.
Dadas las temperaturas del invierno caerán principalmente en forma de lluvia. El total y el régimen de precipitaciones es característico del clima mediterráneo. La temperatura media anual es cálida (16 ºC) y la amplitud térmica alta (17,4 ºC). El verano es caluroso (tres meses superan los 22 ºC) y el invierno moderado (la temperatura del mes más frío está entre 6 ºC y 10 ºC). Estas características son propias de un clima con una posición interior y no demasiado septentrional en la Península.
La relación entre temperaturas y precipitaciones indica que existe aridez en cuatro meses, desde junio a septiembre (se cumple el índice de Gaussen y la curva de las temperaturas se sitúa por encima de la barra de las precipitaciones). El índice de aridez de De Martonne, es de 18,73 (entre 10 y 20) por lo que el clima puede considerarse semiárido.
Las características analizadas corresponden a un tipo de clima mediterráneo continentalizado, situado en la submeseta sur. La sequía en verano se debe a la influencia del anticiclón de las Azores, desplazado hacia el norte en esta época del año. Las precipitaciones se producen en otoño-invierno, cuando el anticiclón de las Azores se retira hacia latitudes más meridionales y deja penetrar las borrascas atlánticas. Los valores pluviométricos relativamente abundantes de esta época indican una posición occidental dentro de la submeseta sur que permite una influencia más destacada de las borrascas del frente polar. El mínimo relativo del invierno está ocasionado porque el frío del interior favorece o consolida las situaciones anticiclónicas.
La elevada amplitud térmica se explica por la ausencia de influencia marina; los valores moderados del invierno por la latitud meridional y la altitud moderada (460 m) y el calor estival por la latitud.

Este clima lleva asociada una vegetación de bosque perennifolio, maquia y garriga, y ríos de caudal poco abundante e irregular.
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Climograma 5
El gráfico corresponde a un climograma en el que se representan las precipitaciones por barras y las
temperaturas por una línea o curva.
En la curva que representa la evolución de las temperaturas se observa que la temperatura mínima está  en torno a -1º C en el mes de enero; mientras que la máxima puede estar alrededor de los 16,5° C en  julio. La amplitud térmica anual, por tanto, está alrededor de los 17° C. Las estaciones están bien  marcadas: el invierno es bastante frío y largo, dura algo más de cuatro meses (noviembre, diciembre,  enero, febrero y marzo), el verano es fresco y corto, dura sólo dos meses (julio y agosto), las  estacionales equinocciales son templadas y duran en torno a los dos meses y medio. La temperatura  media anual es de 6,4°C lo que demuestra el predominio de las temperaturas frías. Estas características térmicas son típicas de un clima de interior, alejado de la influencia del mar por lo que aumenta la oscilación térmica anual y diurna, además de favorecer las heladas.
En cuanto a las precipitaciones, podemos apreciar que el máximo de lluvias se produce en invierno, y  también en otoño y primavera. Los meses más lluviosos son enero, abril y mayo, y octubre. El mínimo más destacado es el de los meses de verano (julio y agosto) que forman una estación seca. El total de precipitaciones es elevado, 1,170 litros por metro cuadrado, que en general se reparten a lo largo de todo el año exceptuando el mínimo del verano.
Los factores que explican estas características térmicas y pluviométricas son, en primer lugar, la
influencia de la continentalidad, por ello los inviernos son muy largos y fríos; y, en segundo lugar, la
influencia de la altura, por ello las precipitaciones son abundantes, superiores a las que existen en las zonas próximas pero de menor altitud, y, sin embargo, inferiores a las que existirían en un clima de montaña próximo a la influencia oceánica.

Teniendo esto en cuenta podría tratarse del climograma correspondiente a uno de los puntos situados en el Sistema Central, ya que en los Montes de Toledo las lluvias serían menores por su menor altitud, y en Sierra Morena las temperaturas serían más elevadas por su latitud.