jueves, 17 de marzo de 2016

La tumba de Tutankamón tiene dos cámaras secretas que contienen metal y material orgánico

Egipto confirma la existencia de espacios desconocidos en la tumba del faraón


Las cámaras secretas de la tumba de Tutankamóncontienen metal y material orgánico, según las investigaciones que están revelando este jueves las autoridades responsables del patrimonio egipcio. Se confirma la existencia de al menos dos espacios desconocidos en el famoso sepulcro del joven faraón en el Valle de los Reyes, en Lúxor.
El ministro de Antigüedades de Egipto, Mamdouh Eldamaty, ha anunciado oficialmente el descubrimiento de dos habitaciones tras las paredes norte y este de la tumba, en la cámara sepulcral, ocultas detrás de las pinturas. Los escáners realizados por el especialista en radar japonés Hirokatsu Watanabu señalan esa presencia de metal y material orgánico. A las cámaras aún no se ha accedido.
El hallazgo confirma en parte la hipótesis del egiptólogo británico Nicholas Reeves, que ha especulado que una de esas cámaras podría conducir a la tumba oculta de la reina Nefertiti.
El estudio dirigido por el experto japonés Hirokatsu Watanabe reveló que seguramente "hay algo" detrás de los muros norte y oeste de la cámara funeraria del llamado "faraón niño" dijo Eldamaty.



La W y la X representan los ecos de metal; la Y y la Z, señales de materia orgánica. En azul los espacios vacíos que corresponderían a las nuevas cámaras.


Detrás del muro norte, se ha detectado un hueco o nicho de hasta 1,5 metros de diámetro y 2 metros de profundidad, según el análisis con rayos infrarrojos realizado a finales del pasado mes de noviembre en el sepulcro de Tutankamón.
Asimismo, el escaneado reveló que en la pared norte existe un hueco, quizás una puerta de acceso a la cámara oculta, que fue cubierto con material más ligero que el resto de las paredes hechas de piedra maciza, precisó Eldamaty.
Estos hallazgos confirmarían la hipótesis del arqueólogo británico Nicholas Reeves, el cual consideró que hay una cámara sin descubrir en el sepulcro de Tutankamón, después de haber observado unas pequeñas hendiduras precisamente en el muro norte de la tumba.